¿Por qué podría ser una buena medida el impuesto a las bebidas azucaradas de Reino Unido?

¿Se ha detenido usted a ver qué pone en la información nutricional de los refrescos? ¿Ha leído que una única lata de refresco azucarado llega a contener hasta casi 35 gramos de azúcar, es decir, un 39% de la cantidad recomendada para todo el día por la OMS (Organización Mundial de la Salud)?

En el Reino Unido han decidido pasar a la acción tras dar por válidos ciertos informes que afirman que hay un consumo excesivo de azúcar en nuestra dieta diaria. En este exceso de azúcar parece parece que está el origen de un deterioro de la salud de los ciudadanos, por lo que en este país han decidido tomar cartas en el asunto: en un plazo de dos años introducirán un nuevo impuesto que afectará a las bebidas azucaradas. En el artículo de hoy pasaremos de puntillas sobre el tema de si estos refrescos son o no perjudiciales para nuestra salud, y trataremos de centrarnos principalmente en hacer un análisis de la efectividad de este tipo de medidas.

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Acerca de derblauemond

En la vorágine de la vida diaria que nos ha tocado vivir en esta sociedad del siglo XXI, apenas tenemos tiempo para pararnos a pensar, tiempo para la reflexión, tiempo para averiguar de dónde venimos y a dónde vamos. Acabamos haciendo las cosas de forma rutinaria, mecánica, como auténticos autómatas. Es por ello por lo que he creado este blog con la sana intención de, cada cierto tiempo, reservarme unos minutos de mi vida para darle vueltas a los temas que me interesan y colgarlos después en un post para compartirlos con todos vosotros. Podéis seguirme también en mi cuenta de Twitter @DerBlaueMond

Publicado el 12 May, 2016 en Economía, Educación, Hijos, Sociedad, Socioeconomía y etiquetado en , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente. 1 comentario.

  1. Está bien visto que el pueblo se queje de los políticos, pero mal visto que alguien se queje del pueblo. Y, sin embargo, las personas no se cuidan. Se come de forma desmesurada y no se hace ejercicio. Y nadie puede aducir desconocimiento porque conocemos el camino pero no queremos recorrerlo.

    Y hay que pagar todo el coste de esa indolencia en forma de miles de millones de euros para prótesis de rodilla y cadera, antihipertensivos, antidiabéticos y medicamentos contra el colesterol y cientos de actuaciones sanitarias por enfermedades del sedentarismo.

    Pero los dirigentes no nos lo van a decir, porque están a otra cosa. Ya saben….

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